Una forma de entender la esencia del método Montessori es dar una mirada dentro de sus aulas…
El ambiente promueve la independencia del niño en la exploración y el proceso de aprendizaje. La libertad y la autodisciplina hacen posible que cada niño encuentre actividades que dan respuesta a sus necesidades evolutivas.
Luz natural, colores suaves, espacios despejados, materiales visibles y accesibles… Todo para promover la concentración, tranquilidad y motivación del niño.
¿Pero cómo conseguir esto?
No es fácil conseguir un espacio amplio, ordenado y “real” donde cada elemento tenga su razón de ser dentro del desarrollo del niño.
Es normal que no tengas los conocimientos necesarios para construir un espacio Montessori adecuado para una clase, al fin y al cabo, te has formado para ser guía, no arquitecto ni diseñador.